1567. Viernes, 26 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo séptimo: “Las ideas deben recibirse como huéspedes: es decir, cordialmente, pero a condición de que no tiranicen al anfitrión”. (Alberto Moravia, 1907-1990; escritor italiano)

Lo "probaron" con los babuinos y resultó ser un completo éxito... por lo que los de la Universidad De Rochester, en Nueva York, decidieron probarlo también en un centenar de personas humanas. El resultado (lógicamente) fue el mismo.

La inmensa mayoría, más de un 70% , manifestaba un aumento de su
deseo coital hacia aquellas personas en las que aparecía algún componente rojo.

A rebuscar en el armario, que el fin de semana está encima.

... más "historias extra-ordinarias"

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1566. Jueves, 25 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo sexto: “Si nos irradiásemos a nosotros mismo como Hulk, no obtendríamos superpoderes, sino un superpoderoso tumor Jean Giraud, 1938; dibujante francés)

Hay quien tienen verdadera vocación por algo pero al que, tal y como está montado el tinglado (numerus clausus absurdos, exámenes imposibles, economía perjudicada) se le pone bastante cuesta arriba aquello tan sobrevalorado del querer es poder.

Stubbins Flirth, un aspirante a médico en la Filadelfia a principios del siglo XIX, no permitió que su condición de negado –bastante negado- para estudiar, y sus abundantes problemas económicos, entorpeciera su vocación. Seguro de sí mismo, se lanzó a demostrar por su cuenta y riesgo, la tesis de que la fiebre amarilla no era una enfermedad contagiosa. Para ello no tuvo ningún reparo en inyectarse primero, e ingerir después, la orina reciente (tenía que estar aún tíbia como poco) de los enfermos aquejados de dicho mal, acompañada de otras delicatessen entre los que se incluían vómitos, esputos, heces y cualquier otro tipo de fluido que pudiera o pudiese lograr del enfermo... siempre que fueran frescos, o al menos del día. ¡Faltaría!

Dado que la fiebre amarilla sí que es una enfermedad muy contagiosa, lo único que logró demostrar el temerario aspirante, que no llegó a contraerla pese a sus continuos y memorables esfuerzos, es que los milagros médicos sí que existen. Al menos algunas veces.

Sobre todo porque gracias a sus ensayos, le dieron directamente el título de médico. Algo a todas luces injusto. Todo el mundo sabe que a los pobres estudiantes que usan la vía oficial les hacen mil cosas peores. ¡Dónde va a parar!



... el color de los ojos

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1565. Miércoles, 24 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo quinto: “Las palabras de oro van a menudo seguidas de actos de plomo”. (Proverbio holandés)

Me he quejado muchas veces de la cantidad de cosas inútiles que nos hacían aprender en el colegio, y siempre cargo, como ejemplo, contra los logaritmos neperianos. Pobres… que no digo yo que no sean importantes para el equilibrio fisicoquímico y cósmico de la humanidad, que seguro que sí, pero un servidor hubiera preferido haber gastado aquel tiempo en, por ejemplo, que le enseñaran a freír un huevo sin quemarse. Algo en lo que, por cierto, todavía estoy.

A lo que iba, no hace falta cargar siempre contra los pobres logaritmos, que sé que tienen su público y todo. Sin ir más lejos, ¿alguien sabe para qué se empeñaban en que aprendiésemos a hacer el pino?

Vale, sí, posiblemente en ciertas situaciones –al menos se me está ocurriendo una- no hubiera estado mal poner en práctica semejante conocimiento, pero con el tiempo te vas dando cuenta de que la probabilidad de que esa situación se pudiera (o pudiese) producir es aún más difícil que la de tener que aplicar uno de aquellos famosos logaritmos para quitarle la tapa a un yogur con bífidus.

Así no hay manera de estar bien educados.

... acero inoxidable

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1564. Martes, 23 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo cuarto: “El que vive de esperanzas corre el riesgo de morirse de hambre” (Proverbio letón)

Afirma un aburrido científico estadounidense, permitiéndose medir estadísticamente el acto amoroso, que en ese momento el hombre, con más de 120 pulsaciones y más de 150 de tensión arterial, se encuentra en situación parecida a la del astronauta en el instante del despegue de su nave.

Luego es peligroso el amor, algo me lo decía a mí. Al menos es desaconsejable para los hipertensos.

¿Hay tan poco amor en este mundo porque casi todos padecen de hipertensión? ¿Hay tantas tensiones en el mundo porque hay tan poco amor? Desconozco la respuesta. Sólo he llegado a saber –la ciencia lo corrobora- que el amor es peligroso y que lo más triste, como pensaba Faulkner, es que no sólo no dura siempre, sino que sus desesperaciones se olvidan pronto. Lo que -¡cuánta perplejidad!- no sé si resuelta un consuelo o un desconsuelo.

Creo que será según los casos.

... palillos

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1563. Lunes, 22 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo tercero: (Cuando alguien es incapaz de reírse de sí mismo. Ha llegado el momento de que otros se rían de él" (Thomas Szasz, 1920; psiquiatra húngaro)

Aunque ya hace más de mes y medio que empezaron oficialmente, este sábado he visto las mismas imágenes de histerismo colectivo entre la gente aparcada en los centros comerciales. Ahora con la disculpa de las segundasrebajas, las –otra vez- másrebajadasdelahistoria. ¿Pero no había crisis? Sí, precisamente por eso y porque este año, sin que sirva de precedente, los establecimientos parecen pensar en arañar un euro en lugar de librarse de de los stock del almacén. Las rebajas parecen rebajadas y los bolsillos, maltrechos por una economía tocada, se hinchan de tal manera que parece que un euro vale más que su propio valor. Según me decía una amiga que de esto de la psicología entiende en un rato, es muy sano eso de salir a pulular entre los estantes de las tiendas en rebajas porque aún sin comprar nada el alivio mental que uno siente introduciéndose en la flora y fauna de la selva de la compra merece la pena para desestresar el ánimo decaído y superar la carga mental de la semana. Siempre dudé de la bondad de estas bajadas de precios pero parece que el ejercicio no es tan descabellado, siempre con prudencia, claro está.

Parece que seguimos con rebajas en todos los ámbitos. Lo mejor, o peor según el cristal con el que se mire, es que nos digan que ya hemos tocado fondo. Porque no hay nada mejor de una caída en picado que esperar, con celo, la escalada posterior. Por eso, y aprovechando las rebajas de todo tipo que adornan nuestra existencia, proclamo un estado de excepcionalidad positivista, optimista, alegre y dicharachera...se nota que estoy de rebajas en mis expectativas.

Cosa del lunes.

... merengue

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1558. Viernes, 19 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo octavo: "El que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendra muchos disgustos en la vida" (Francisco de Quevedo, 1580- 1645; escritor español)

Los machos de las mariposas Pieris (por cierto, ¿para cuándo una campaña del ministerio de igual-da reivindicando que los pobres machos de las mariposas se llamen mariposos?), tienen un truco muy eficaz para que la competencia no sea tal.

Muy listos ellos rocían sobre la hembra (ésta sí llamada mariposa con razón) una sustancia con efecto antiafrodisiaco que repele cualquier otro macho que intente acercarse a ella.

La naturaleza, siempre tan organizada ella para estas cosas. Hasta el lunes pues.



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1561. Jueves, 18 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo primero: "Desconfiemos siempre de los que nos creen capaces de mayores triunfos de los que hemos podido lograr. Es un modo pérfido de considerarnos fracasados" (Jacinto Benavente, 1866-1954; escritor español)

Vale, planteo el asunto con tiempo suficiente por si alguien tiene a bien enmendarlo. Resulta que llegando el verano en más de uno (y hasta de dos) bares te cobran un suplemento, en ocasiones considerable, si el café lo pides con hielo.

Por la misma regla de tres, si pidiéramos una Fanta (yo soy más de la Mirinda pero no hay forma de encontrarla) sin hielo nos deberían rebajar el precio de la consumición, cosa que nunca ocurre. Por tanto, nos están cobrando el hielo a precio de café.

A ver si alguien pone remedio. Tiempo hay.



... y otras hierbas

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1560. Miércoles, 17 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo sexagésimo: “No hay tontería mayor ni más común que la de amargarse por las tonterías”.(Michel de Montaigne, 1533 - 1592; filósofo francés)

A pesar de correr el riesgo de acabar con el culo más arrugado que la cara de Mercedes Milá, a la que le haría falta cambiar el agua, el vino o lo que beba, por unos buenos lingotazos de nivea líquida, prefiero el baño a la ducha. El problema es el tiempo, que siempre anda uno deprisa, aunque sólo sea para poder tumbarse lo más pronto posible, y claro, una ducha siempre es más socorrida que andar preparando toda la parafernalia que se necesitan para un baño como dios manda.

Supongo que todo es cuestión de proponérselo, es decir, quitar tiempo de un lado para ponerlo en otro, que digo yo que si unos señores tan activos como los japoneses, que se pasan la vida trabajando, tienen tiempo para, por costumbre, tomar un baño al día, los demás no podemos tener excusa. Y es qué como el clima japonés es tan húmedo y cálido, casi toda la gente se toma un baño diario, pero no contentos con eso, antes de meterse en la bañera se lavan bien todo el cuerpo.

Claro que tienen sus motivos, allí es costumbre no cambiar el agua para cada persona, así que hay que procurar no ensuciarla en atención a los que se bañen después. Y digo yo que, por mucho que se laven antes, no deja de ser un poco guarro el asunto. Vale pueden entrar limpios pero, ¿quien les asegura que a alguno no le da, por ejemplo, por desahogarse fisiológicamente si tiene un apretón en plena relajación higiénica -que en alguna piscina bien que todos lo hemos hecho alguna (s) vez-.

Claro que ellos juegan con ventaja, que, como son así algo amarillos, no se iba a notar mucho, digo yo…

¿O a ver si son un poco amarillos por eso..?

... cafeteras

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1559. Martes, 16 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo noveno: “Quien va con hambre a la mesa y cansado a la cama, no necesita manjares selectos ni colchón de pluma” (Salvatore Rosa, 1615 - 1673; pintor italiano)

Cada vez que malintento disimular las canas que uno empieza ya a peinar, me viene a la memoria aquella patética escena de Muerte en Venecia en la que el pobre Gustavo Aschenbach, solo y vencido ya por la peste, se destiñe Su melena lloraba sobre las sienes mal enamoradas lágrimas negras, lágrimas de luto por su juventud irrecuperable.

La juventud es una enfermedad deliciosa que, por desgracia, pasa pronto. Y aunque uno intente autoconvencerse de que el mayor don de la vida es aprender a recrearse, a gozarse en la senectud (que, por cierto, uno nunca está seguro de alcanzar), yo sí me dejaría tentar por Mefistófeles. Cuando él quiera.

... de larga estirpe

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1558. Lunes, 15 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo octavo: "Comienza a vivir ahora. Deja de guardar la cristalería para las ocasiones especiales". (Mary Manin Morrissey, 1949, política estadounidense.)

Que los castellanos (por mucho tiempo que llevemos viviendo en su extrarradio) somos gente recia y con escaso sentido del humor (por no decir directamente que somos unos siesos incapaces de improvisar una sonrisa), no es ninguna novedad. Pero que la ironía, fina o racial, no tenga algo de sitio en algún recóndito rincón de nuestro interior debiera ser algo contraindicado por cualquier sanitario mental. Porque no hay como reírse de uno mismo para poder reír con los demás y esbozar una sonrisa picarona ante un análisis sesudo, por muy erudito que sea.

Me acuerdo que cuando era mozo, ya crecido, los Presuntos Implicados de Soledad Jiménez cantaban lo de "No hay humor, cuando hables de negocios desconfía de tus socios y cuando salgas a la calle lleva siempre tu impermeable porque no hay humor, para estos casos". !Cuánta razón tenían! Ahora resulta que aquí, en la tierra de los blogs, los foros, el twitter o el facebook pasa lo mismo que en mi pueblo, no se aguanta un buen rollo puñetero porque no parece serio, porque ofende. Cuando los que creen manejar este cotarro toman el mando, sugieren que las cosas de las que suelen hablar son demasiado importantes como para tomarlas a risa y así son pocos son los que tiran de sarcasmo por el maldito miedo a ser incomprendidos y no acertar con el mensaje.

No se me ocurriría condecorar al sentido y la práctica del humor como pilares fundamentales de la existencia pero sí me atrevería a decir que carecer de ello aleja más de la felicidad a quien sufre la tara. Porque reír en tiempos de crisis tiene mérito pero descojonarse en tiempos de cólera económico es un lujo al alcance de cualquiera. Solicito, parezco un abogado de la defensa, la moratoria de la seriedad y el hastío, del miedo y la oscuridad para ponerle un punto canalla a la vida que hace que esta por muy poco que de, parezca todo un lujo a nuestro alcance y disfrute.

Liberémonos de tanto estrés riguroso, de tanto burka virtual del oficialismo institucional y salgamos en cueros mentales al ring de la dialéctica. Coño, que no es tan difícil y proporciona instantes para recordar a lo largo de una vida. Además, !qué leches! es lunes de carnaval.

Que así sea.



Y por cierto, ya he decidido la casa que voy a comprarme. He reducido la lista a 20, !sólo a 20! por lo que no creo que exista ningún problema.

Se admiten regalos.

... civilizaciones

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1557. Viernes, 12 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo cuadragésimo noveno: “El vacío es todopoderoso, porque lo puede contener todo” (Kakuzo Okakura, 1862-1913; escritor japonés)

Tras terminar el rodaje de Con faldas y a lo loco, el actor Tony Curtis afirmó: "besar a Marylyn Monroe es peor que besar a Hitler" Algo que se entiende mejor si, como cuentan, el pobre actor tuvo que repetir 59 tomas de un mismo beso.

Y es que besar, pero besar de verdad, a tornillo y tal, no es cualquier cosa. Pocas personas tienen por costumbre intercambiar fluidos de una forma tan generosa nada más conocerse. Es lo que tiene la educación, por mucho que (a lo mejor) ambos lo estén deseando, son pocos los que en un primer contacto, se atreven a lanzarse.

En eso, como en tantas cosas hay que reconocer que estamos mucho más atrasados que la mayoría de los animales. Sin ir más lejos, los primeros en darse besos en la boca son los jabalíes, su mundo es especialmente sensitivo y es a través de este sentido –metiéndole la lengua hasta el fondo- con el que captan si una hembra está –o no- receptiva... antes de dar el siguiente paso.

Bien es verdad que los jabalíes no dejan de ser una clase de "cerdos", pero, y de todas las formas, cuanto más voy sabiendo de los bichos más me voy dando cuenta de que todo lo que nosotros hacemos, incluso lo que nos parece más aberrante o sofisticado, ellos lo hacen más y mejor.



... más historias extra-ordinarias

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1556. Jueves, 11 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo sexto: “Los hombres creen que las mujeres son peores que ellos y las mujeres creen que son peores los hombres; pero ambos se equivocan”. (Noel Clarasó, 1899 - 1985; escritor español)

Un amigo recién llegado de los EE.UU. me recomienda entusiasmado un novísimo producto de propiedades regenerativas y rejuvenecedoras. Dice que se encuentra mucho mejor, más joven desde que lo toma. Tengo otro amigo que desde hace años se vigoriza con una grajeas, me parece que también americanas (estas cosas, como el cine, siempre son mejores si son americanas) en las que según leí a su tiempo, además de toda suerte de vitaminas y minerales hay una planta china o coreana en la que, al parecer reside un gran secreto vital.

Según explica el simulacro de prospecto que se adjunta (seguro que traducido directamente por alguna máquina internetera) , esa planta, pulverizada, “estimula la reduplicación autorrenovadora de los grupos celulares y contrarresta el efecto del exceso de iones flotantes en nuestro organismo que liberan las neuronas mentales". De este galimatías, que no entiendo, se deduce que la angustia, la presión social a la que estamos sometidos nos carga de iones. Acabamos por tener tanta electricidad dentro que su tensión nos agota y, de algún modo, se comunica y carga de tensiones la vida en torno a nosotros.

¿Y cómo librarnos de esa electricidad que acumulamos si no tenemos las famosas pastillitas? Fácil. Tengo entendido que si generas tu propia energía el sobrante de la misma puedes enviarlo por la red eléctrica y te la pagan a buen precio. Va a ser una buena solución para librarse de ella. Y hasta podemos sacarnos unos eurillos.

... las dulces patatas

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1555. Miércoles, 10 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo quinto: "Siempre tenemos la impresión de que podríamos hacer mejor lo que otros hacen. Desgraciadamente, no tenemos el mismo sentimiento hacia lo que nosotros mismo hacemos” ( Emil Cioran, 1911- 1995; filósofo rumano)

Alguien con apellido de premio literario importante dijo una vez que un cuadro en un museo es, posiblemente, lo que más tonterías del mundo tiene que escuchar.

Pero tal y como está el patio, me da la sensación que las botellas de vino le han arrebatado semejante honor, y que en los tiempos que corren ganan por goleada hasta al más abstracto de los cuadros.

Tanta majadería concentrada cada vez que aparece una botella en una mesa no puede ser buena.


... barcos

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1554. Martes, 9 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo cuarto: “La enfermedad hace agradable la salud; el hambre la saciedad; la fatiga el reposo. Heráclito de Éfeso, 535 a. C.- 484; filósofo griego.)

Leo un artículo de señor principal que sostiene la tesis que yo he venido propugnando, y que muchos viejos –antiguos- lectores pueden atestiguarlo si fuera necesario, sobre lo muy peligroso y nocivo que es hacer deporte. Hacer deporte en general y, sobre todo, hacer deporte a partir de cierta edad.

Y vaya por delante que sí, que yo practico ejercicio. Mi preferido consiste en estar sentado. Y es verdad, reconozco que también es peligroso. Porque me siento en un butacón con un libro entre las manos y, no sé cómo, al cabo de un rato ya no estoy sentado sobre las posaderas, sino sobre los riñones. Si al correr lo llaman footing supongo que a lo mío habría que llamarle chairing. O algo así. Admito que hay días de asueto en que el chairing me deja desriñonado y si lo que he elegido han sido periódicos, aburrido y desesperado.

De todas las formas estar sentado en casa es lo menos peligroso, como ejercicio físico que conozco, salvo en un excepción, tal y como están las cosas, si la televisión está encendida mientras tanto, el chairinmg puede originar trastornos mentales. De los severos. Y sin curación.

... gatos divinos

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1553. Lunes, 8 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo tercero: "Odio la televisión. La odio como a los cacahuetes. Pero no puedo dejar de comer cacahuetes" (Orson Welles, 1915 - 1985, director estadounidense)

Los que ronden -o superen- los 40 podrán comprenderme. Recordareis conmigo que ocupó durante años un lugar preferente en los salones de nuestras casas. A su alrededor nos reuníamos las familias enteras, y su presencia posibilitó que fuéramos testigos de momentos memorables y tristes. Gracias a ella todos subimos a la luna, disfrutamos de nuestra fauna ibérica y lloramos muchas muertes sin sentido. Sin salir de nuestra habitación recorrimos nuestro mundo y más allá, cantamos y vencimos en Eurovisión, ganamos en concursos muchos apartamentos en Torrevieja y alguna lágrima vertimos con Heidi, y Marco y una tal Laura Ingalls que vivía en una pequeña casa de una pradera.

Hoy las cosas han cambiado y seguramente lo hayan hecho para bien, pero a veces tengo mis dudas. En nuestras casas albergamos varios televisores con programación a la carta, y ya no vivimos en blanco y negro. El color todo lo invade, principalmente el rosa. Nadie se acuerda de Jana Escribano, ni de Lalo Azcona. A nadie parece importarle quiénes fueron Tico Medina y Alfredo Amestoy. Son recuerdos del pasado en un mundo de vértigo que no perdona la falta de variedad. Esa misma variedad de la que hoy disfrutamos pero que, salvo honrosas excepciones, sustituye el talento por la verborrea, la elegancia por la estupidez y la profesionalidad por los resultados económicos; esa variedad que hace que mientras que los padres investigan huellas en el salón sus hijos luchen con Narutos y Digimones en sus dormitorios.

Los nuevos tiempos traen nuevos programas, y la clave está en saber escoger. Hoy la picardía de Shin Chan haría sucumbir la inocencia de Cleo, Tete y Coletas Telerín. Pero mientras que Belén Esteban se ría de ello, o Jesús Mariñas pretenda explicar el porqué del color de las bragas de la ex novia de Paquirrín, prefiero recordar lo que sentía a mis trece años, cuando en el programa 300 millones un avión de Iberia surcaba de este a oeste la pantalla de aquel televisor en blanco y negro y dentro del cual mis sueños también volaban, mientras mi madre, puntualmente, traía la cena de todos a la mesa del salón.

Lunes nostálgico. Demasiado nostálgico.

... la imprenta

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1552. Viernes, 5 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo segundo: “Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza” (Antonio Machado, 1875 - 1939; poeta español)

Abro un libro (el aburrimiento es muy malo), y empiezo a leer la introducción (que, casualmente, es lo primero que trae):
"Procedente de la India, el tantra no es sólo una técnica sexual sino que va más allá y busca la unión total entre los integrantes de la pareja y su comunión con el mundo. El tantra realiza una búsqueda interior y aprovecha la energía del sexo para fomentar la vitalidad, la fuerza interior y el placer. El tantra en una forma de vivir y de actuar que participa en muchos aspectos de nuestra vida".
Mal empezamos. Vale, muy bien, "eso" es el tantra, es decir, una frase muy larga y que queda muy bien (como la mayoría de ellas) pero que no me aclara nada de lo que yo estaba buscando desde que me interesé por el tema cuando en una revista leí aquello tan prometedor de: "... el tantra puede alargar los encuentros amorosos durante horas, involucrar en ellos a todos los sentidos, incrementar el placer y volverlo más exquisito".

Uno es así de espiritual.

No me desanimo y sigo leyendo:
"El tantra propone aprovechar la kundalini, es decir, la energía psicosexual sagrada, localizada en la zona sacra, y elevarla mediante ejercicios y la respiración, hasta que pase por los siete chakras. En el momento en que el individuo consigue liberar su energía está en armonía consigo mismo y el mundo. Para practicar el tantra correctamente se requieren años de experiencia".
Y hasta aquí. ¡Hala! ¿Años practicando? ¿Años buscándote los chakras a estas edades? ¿Pero qué se han creído? Y encima sin garantías. Imagínate que después de taitantos años, dos meses, tres semanas y dieciocho días intentando aprovechar la kundalini estás a punto de controlar el sexto chakra y, de repente, te das cuenta que por haber bebido agua del grifo (anda y que no tienen plomo las tuberías), o por haber comido más gominolas caducadas que de costumbre (los efectos de los colorantes en el sexto chakra no están muy documentados, creo), se te ha atrofiado el séptimo y no puedes seguir.

Hombre que no es serio. Por supuesto que todos queremos alargar los encuentros amorosos, involucrar en ellos a todos los sentidos, incrementar el placer, volverlo más exquisito... bla, bla, bla; y hasta, si me apuran, a ir a buscar los chakras allí donde estén, pero claro.. todo antes de cumplir los 111 años (la viagra es buena pero no es lourdes). Que no digo yo que no exista otra vida después en la que poder aplicar la técnica que con tanta paciencia podemos aprender ahora, pero a ver quien te garantiza que al final no acabas reencarnándote en un eunuco cualquiera. Por ejemplo. Hasta el lunes pues.

... más "historias extra-ordinarias"

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1551. Jueves, 4 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo primero: "Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no". (Gabriel García Márquez, 1927; escritor colombiano)

Ya desde la escuela nos enseñaron que los nombres podían llevar unos sufijos indicativos de aumento o disminución (-ón, -azo, -ote, o -ito, -illo, -ico, -ín, etc.). Después, cuando fuimos haciéndonos mayores y en la Universidad aprendimos algo por excepción, supimos que esa regla no era tal, pues muchas veces se la saltaba a la torera la mismísima gramática significando incluso lo contrario. ¡Y mira que se pueden poner ejemplos!

Según lo dicho, el aumentativo de "pelo" sería "pelón". Pues no, señor. "Pelón" es precisamente el que no tiene nada de pelo, el que carece de él o tiene muy poco. El aumentativo de "rabo" sería "rabón", que no significa cabalmente el que tiene un rabo muy largo o grande, sino el que se ve privado de él o lo lleva muy corto. "Cabrón" no es el aumentativo de "cabra" simplemente, sino el macho cabrío, beche u otros muchos afines que se preocupan de las demás parejas, menos de la suya. "Plumón" no lo es de "pluma", sino muy al contrario, la pluma más delgada y suave, o el colchón de esa pluma y que él, a su vez, tampoco lo es de "colcha". "Pulgón" y "ratón" no lo son de "pulga" o "rata" o de un "rato" largo hablando, sino que se trata, respectivamente, de un insecto parásito o un roedor, por lo general, más pequeño que la rata. "Capón" no es una "capa grande" que abrigue, resguarde y cubra a alguien o salgo, sino, paradójicamente, el que ya no puede cubrir a nadie y se queda como comestible navideño. "Coñón" dícese de la persona burlona o bromista, y "coñazo" es esa misma persona o cosa pesada y molesta y que ignoro por qué vericuetos aparentan los aumentativos del "coño" femenino.

Anda y que no nos meten cosas inútiles en la cabeza.

... peligroso realismo

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1550. Miércoles, 3 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo quincuagésimo: “No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió. (Proverbio mongol)

Es una pena muy grande, honda, profunda. Y no es para reírse. Lo de que la vida ya no es como antes, que escuchaba en cada sermón de mis abuelos cuando era crío (¡hace tanto de aquello!) y me pasaba los veranos en el pueblo... va a ser verdad, y ahora me entero. La mejor prueba de todas, irrefutable a todas luces, es la ausencia, de unos años para acá, y en claro presunción de desaparición, de alguna canción verbenera que reciba los honores de "canción del verano".

Es verdad que cada verano tienes su cancióndelverano, una canción estúpida que, sin embargo, cantamos a la menor ocasión, y que se va apagando poco a poco dejando regusto a playa, sol y vacaciones hasta el año siguiente. Sin embargo, y ya a estas alturas de febrero, por más que hago memoria no logro recordar la del verano pasado. Y mira que lo han intentado hasta con todo un silbido clásico que durante 20 años ha martirizado las mañanas y tardes de la televisión estival, gracias a las repeticiones de Chanquete, Julia, Tito, Piraña, Javi, Bea y Desy..., creo que me dejo a alguno. Pero ni con ésas. Ni el remozado silbido de Verano azul ha logrado reavivar el espíritu de los versos con rima facilona, el compás medido de la música, el bailecito pegadizo por si hiciera falta salir a bailarla con dos copas de más... nada.

Si hemos movido el cu-cu, hemos cazado el venao, sentido la Macarena, comprendido el aserejé y sabido que se la llevó, el tiburón, que el tiburón se la llevó, se la llevó, por qué nadie tiene compasión del probe Miguel, como representante de los nostálgicos y provocan que, Ave María, alguien nos susurre al oído, como hizo en los 70 Rafaella Carrá que para hacer bien el amor hay que venir al sur. Ya nadie cree en ser amigos para siempre, como insinuaban Los Manolos, nadie se pone colorado cuando lo miran, que aseguraban las Papá Levante, se prohíben las barbacoas como las hacía Georgie Dann y gritar, a todo trapo, booooomba, no está bien visto. Lástima, pero hemos perdido un tesoro que será difícil, por muy cíclica que nos pinten la vida, recuperarlo de nuevo.

Ya nada es lo que era.

... cerillas

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1549. Martes, 2 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo cuadragésimo noveno: "La prueba de toda verdad reside, sencillamente, en su eficacia" (William James, 1842-1910; filósofo estadounidense)

Sé que es extraño (aunque hace un tiempo llegó a haber un debate público sobre los calcetines con rombos y a nadie le pareció mal), pero es que últimamente me quedo absorto en la sección de pescadería (de los carefoures, mercadonas y similares), que es un largísimo mostrador "a lavadero", con el pescado fresco, mecido en cuna de amorosas estrellitas heladas.

Alucino con la forma de utilizar el cuchillo de las pescaderas. Blanden el instrumento con una maestría, oficio y destreza que me recuerdan a Bruce Lee manejando los lun-cha-kus. Tienen esa especie de hacha pescadera que le birlan a una sardina la cabeza en un plis plas. Pregunta la eficiente pescadera a cualquier clienta: "¿quiere que le haga filetes"?, yo le imploro por lo bajini: "dile que sí". Sólo por verla manejar el endiablado cuchillo; ¡zas, zas, zas"! y lo que era un hermoso pescaíto con sus aletitas, sus ojitos saltones…¡son seis filetes!. Un espectáculo. Dorada, trucha, atún, jurel, lubina, congrio, merluza…en manos de estas pescaderas son asunto de alta magia y acuática limpieza porque con la manguera esa que pende del cielo se espabilan de lo lindo.

Digo yo que estas excelentes profesionales no serán de las que tienen un marido maltratador. A muchas mujeres no les vendría mal tomar lecciones prácticas en las pescaderías. Pa por si acaso.

... camadas

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1548. Lunes, 1 febrero, 2010

Capítulo Milésimo quingentésimo cuadragésimo octavo: "Es un error capital teorizar antes de poseer datos. Uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar de encajar las teorías en los hechos” (Sherlock Holmes, 1887, detective asesor)

San Jerónimo recomendaba trabajar en algo, "para que el diablo te encuentre siempre ocupado". Por desgracia, hoy, en España, el diablo se siente como el Piraña en una pastelería: no sabe por dónde empezar. Casi cuatro millones y medio de personas andan buscando flores en un desierto laboral que se extiende irremediable como el fuego por un bosque de agosto. Estas son las cifras. Detrás están los duelos: las lágrimas de la pareja que pierde su casa, la angustia del padre que mira a sus hijas con cara de náufrago, el miedo del joven que dice la palabra "futuro" como si pronunciara "muro", y todo el mal rollo que cabe en 4.300.000 lunes al sol.

No suele ser habitaul en este blog hablar de temas tan principales, es verdad, pero resulta inevitable que al ver semejante páramo, en el jardín de al lado crezca el pesimismo, la querencia al empate, el virgencita que me quede como estoy, la cobardía. Por eso cuando el Gobierno nos pide por favor que compremos, porque ese es el camino de regreso al futuro, a alguno le da por pensar que una cueva con fuego es un refugio, y otro dice que los charcos también forman parte de la lluvia, y un tercero se consuela porque un sueño es verdad mientras no se despierta. Lo de siempre, ese tipo de migajas que, sin llegar a alimentar, al menos entretienen al estómago. Conclusión: mientras unos pasan de abrir las cartas del banco porque son malas noticias, otros las abren como si estuvieran desactivando una carta bomba.

Y como en estas circunstancias, ni San Obama es capaz de vender caramelos a la puerta del cole, urge pensar en una receta alternativa, cualquiera que no incluya el consumo entre sus ingredientes. No sabemos cuál puede ser la buena, pero tal vez los que mueven los hilos tengan una pista. De hecho, si fueron capaces de sacar una burbuja de un ladrillo, podrán improvisar otro truco, ¿o no? Igual el problema es que van faltando conejos, porque chisteras hay dos por sucursal.

El caso es que nos hundimos y no quedan flotadores en segunda clase. Por tanto, solo hay dos opciones: ponerle una vela a San Andrés o amotinarse para sustituir a la tripulación, ya que al parecer no sabe navegar a contra viento. No se le puede decir a un moribundo que "todo se arreglará". Hay que ponerse en su pellejo, y eso es justo lo que no está dispuesto a hacer el capitán, con lo cual, difícilmente podrá encontrar un cabo para rescatar a quien se ahoga todos los días.

Alguien dijo que "el cerebro es un órgano maravilloso. Comienza a trabajar nada más levantarnos y no deja de funcionar hasta entrar en la oficina". Dicho de otro modo: lo bueno del trabajo, además del dinero, es que te aísla de los problemas. Lo malo de que falte, además del dinero, es que hoy, en España, hay casi cuatro millones y medio de personas buscando refugio.

Cosas del lunes. Otra vez.

... despedida a la francesa

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