Cuanto más solo está el protagonista, cuanto más melancólico pasea por un parque en otoño y cuanto más ensimismado esté en sus pensamientos.. ¡hala! más fácil encuentra a su media naranja... dulce, fiel, interesante.. Una mirada, un beso... y boda. !Zas!, en toda la boca.
Luego uno se va a la realidad y el tortazo es de los de los gordos, por más que uno se arregle como si fuera a hacer la primera comunión, por más sonrisa de anuncio que pongas en la barra del bar, por más conversación interesante que sueltes sobre lo extraño –por no decir otra cosa- que te resultó el capítulo final de perdidos, la mayoría, al final de la noche los únicos cuerpos de los que pueden disfrutar son los que anuncian el abdominaizer de la teletienda.
...el bolígrafo del amor
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario