O el Laya ( y, también se llama así.. y no, tampoco me he inventado yo el nombre) , una especie de pistolita desintegradora de esas que salen en las series de marcianitos pero indicada especialmente para los trabajos manuales.
Nótese, bastaría con echar un ojo a las fotos, que son juguetes cuya forma no es la de un sudanés de la capital -no importa el tamaño de la varita, sino la habilidad del mago- y sí de vibradores sencillitos indicados para todos los que pudieran o pudiesen iniciarse en este tipo de juegos indicados especialmente para enriquecerse en pareja. Los consoladores son otra cosa. Importantes sí, pero otra cosa. Que lo de pensar en dar consuelo a alguien puede hacerse mucho mejor en el tanatorio más cercano.
Con los vivos, mejor divertirse.
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