Más bien al contrario. No hace falta fijarse mucho para comprobar que pocas cosas hay tan conflictivas para poder desarrollar el amor como un marido. Por un marido inoportuno murieron Los amantes de Teruel. Otro marido, más activo y violento, acabó con la vida de Macias atravesándolo con un venablo cuando el poeta estaba asomado a la ventana de su prisión entonando apasionadas trovas. Hasta se cuenta la historia, muy repetida, del marido que le sirve a la esposa adúltera el corazón de su amante bien guisado y aderezado, lo que provoca que la mujer se tire por la ventana.
Son ellos, casi siempre son ellos. Los maridos siembran la desgracia por donde pasan. Son como al peste. Y algunos, ¡ingenuos! siguen extrañándose de que la gente normal encuentre el matrimonio una institución tan sospechosa.
... canoa
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario