Por ahora, la actividad que más pasiones está levantando en el área es la de jugar con unos maniquíes que, con unos rasgos físicos muy parecidos a los de los jefes, los empleados pueden golpear con los bastones puestos a su disposición con la finalidad de desahogarse de las tensiones diarias.
El resultado no ha podido ser mejor, la productividad de la empresa aumentó el 10%.
Paso copia urgente del tema a los de Recursos Humanos -sección Prevención de Riesgos- recomendándoles que si al final ponen en marcha la idea por estos lares, refuercen convenientemente los maniquíes –especialmente algunos de ellos- o en menos de una semana habrán agotado el presupuesto de todo el año por la continua reposición de los mismos.
... mandíbulas
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
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