¿Ventajas en el cambio? Un evidente ahorro de tiempo a la hora de su uso, un ahorro de tiempo que vendría dado por las propias y evidentes características del nuevo elemento identificador mucho más práctico, fiable y fácil de interpretar que las huellas. ¿Cuántos guardias en las aduanas pueden distinguir con cierta rapidez una huella dactilar de otra en un pasaporte? pocos; en cambio, con el nuevo método si surge cualquier duda se saca, se enseña y un simple vistazo de comparación entre el real y la fotografía del pasaporte habrá bastado para comprobar la autenticidad del pasajero. No hay color entre andar mirando si coinciden un montón de rayitas negras amontonadas en un papel con otras que siempre parecen iguales a admirar que el buen trabajo de circuncisión que presenta el último pasajero colombiano coincide con el de su fotografía. Por ejemplo.
Es verdad que hasta ayer mismo como quien dice, la idea de mi amigo Pepe no podía llevarse a cabo debido a que sólo una parte de la población mundial contaba con miembro. Pero ahora, y aprovechando la lúcida idea de la señora ministra (titular de la Ministeria de Igual-dá) iluminándonos con la existencia de las miembras, ya no hay obstáculo alguno para ponerla en marcha. Por tanto, y a partir de ya, reivindicamos que en vez de las antiestéticas huellas dactilares, cada pasaporte contenga una foto de frente y otra de perfil -lo más realista posible- del miembro o miembra de su titular. Dicho queda.
... combatiendo el frío
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
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