3774. Lunes, 5 octubre, 2020

Capítulo tres mil septingentésimo septuagésimo cuarto: "Los lunes madrugo como los pájaros: cagándome en todo".

No acabo de entender muy bien por qué cuando sacas algo de un paquete ya nunca más lo puedes volver a meter. Me molesta especialmente si se trata de las galletas. O sacas las que te vayas a comer -y no somos adivinos- o te acabarán sobrando e, irremediablemente, poniéndose blandas. Aunque el paquete esté a la mitad será imposible volverlas a guardar. Siempre faltará espacio para devolverlas a su envase, (por cierto, ¿podría uno ir a la NASA a quejarse de esta falta de espacio?).

Pero sin duda lo que es mucho más inquietante y turbador, -a la par que desconcertante-, es darse cuenta de que siempre que uno hace un agujero en la tierra y mete algo dentro, después, cuando va a taparlo, siempre, siempre, va a faltar tierra para terminar de cubrirlo. ¿No debería de ser al contrario?

Hay cosas que es mejor no saberlas nunca.


... gladiadores.

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: