3735. Viernes, 26 junio, 2020

Capítulo tresmilésimo septingentésimo trigésimo quinto: “Odio cada vez que suena el timbre de casa, porque tengo que dejar todo lo que estoy haciendo para no hacer ruido hasta que se hayan ido”.

Durante toda la Edad Media, las peras tenían una clara connotación sexual y (como tal) de pecado. De hecho, los autores de novelas medievales situaban a los personajes que tenían relaciones sexuales bajo un peral, sobre todo cuando se trataba de relaciones “ilícitas”.

Y si a eso (plátanos aparte) le añadimos que todos los males del universo (todos, todos y todos), provienen de una manzana, blanco y en botella... bukkake.

Que no voy a ser yo quien diga que la fruta sea mala, no, pero da que pensar.


... historias extra-ordinarias

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