A ver si se enteran no es verdad que en cuestiones laborales no tenga mucha paciencia, pero resulta que es que esa paciencia no la gasto con cualquiera, Osea-sé, que estar, está, que haberla, hayla, pero tampoco es cuestión de desperdiciarla sin ton ni son.
Y aprovechando que uno aprende de sus errores lo mejor es que cometa unos cuantos más.
Además, estamos en la edad perfecta para quedarnos con la culpa, no con las ganas.
... moros morados.
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
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