Animales como el pulpo, el salmón o distintos tipos de insectos son semélparos, es decir animales que practican (más bien padece) la semelparidad.
O lo que es igual, animales que sólo copulan una vez en su vida.
Las comparaciones son odiosas, sí, y a cada uno le duele lo suyo, también, pero no sé de qué nos quejamos. Basta imaginar cómo se tiene que sentir un semélparo que haya tenido un gatillazo. Por ejemplo.
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