He visto en un periódico con letras muy grandes: "Puente a Mallorca". Y cuando más entusiasmado estaba en mis pensamientos triunfalistas, dispuesto a carcajearme de los tocaprimasderiesgo Francia e Inglaterra y de su Túnel de la Mancha, me llega el desconsuelo al leer la letra menuda. Resulta que el puente no tiene nada de piedra, ni de hierro... ni tan siquiera de metacrilato: es que una agencia de viajes lleva a la isla a cualquiera que pague.
!Ay la técnica de quitarnos con la letra pequeña las ilusiones que nos habían hecho con la grande, debería ser pecado mortal! Como mínimo.
Dicho lo cual, y hablando de puentes (de los prácticos), aprovecho la disculpa -!cómo si hiciera falta!- de las Fallas para, como dicen los cursis, empaparme de Valencia durante toda una semana. Vuelvo –a la fuerza- el 20. Hasta entonces pues.
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