Haciendo encaje de bolillos con los días que me quedaban por ahí perdidos, (una de las pocas cosas por las que uno debe estrujarse la cabeza en el trabajo) resulta que este año puedo acercarme (un poco, sólo un poco) a las vacaciones que saborean los políticos. Y voy a disfrutarlas, que ya es hora.
... historias extra-ordinarias
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario