Capítulo Milésimo cuadringentésimo nonagésimo quinto: "La autoridad de la moda es tal, que nos obliga a ser ridículos para no parecerlo" (Joseph Sanial-Dubay, 1754-1817; escritor francés)
Por más que quieras retrasarlo llega un momento en la vida de toda persona en la que no queda más remedio que entrar a comprar ropa… en una tienda de ropa mismamente. Como no eres muy exigente en menos de quince segundos has encontrado la camisa blanca que buscabas, pero justo en ese momento, y como por arte de magia, aparece una vendedora (de esas clónicas que en vez de maquillaje llevan
photoshop en la cara) preguntándote si necesitas algo. Intentas ser amable y haces la típica pregunta (retórica) del momento “
puesss, buscaba una camisa, ¿que tal me queda esta?" La respuesta va a ser siempre la misma: "
superbien, genial, genial, genial”.
“¿Ya, pero no crees que me está un poco grande…?”Y entonces es cuando te sueltan la frase mágica, ésa que deben de estudiar en cualquier master de dependienta de comercio (doctorado incluido): “
no, para nada, es que este año se lleva así”
Y se quedan tan anchas.
... juegos de palmaTodos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario