1249. Jueves, 11 septiembre, 2008

Capítulo Milésimo ducentésimo cuadragésimo noveno: “Hay numerosos aparatos mecánicos que incrementan el impulso sexual, especialmente entre las mujeres. El más eficaz es el Mercedes-Benz 380SL descapotable". (Jaime M. 30 años; relaciones públicas)

Manual de autoayuda: capítulo 3: Normas para compadecerse correctamente.

"Parece una tontería, pero no es fácil autocompadecerse con dignidad. Algunos piensan que se trata de sentir pena de uno mismo en los malos momentos, pero eso es muy fácil y no tiene ningún mérito, lo difícil es aprender a convertir todos los momentos en los peores de tu vida. La autocompasión necesita hechos, referencias, recuerdos y experiencias traumáticas para poder alimentarse. Y ya que todos nos autocompadecemos constantemente, al menos hagámoslo con voluntad y con la mayor profesionalidad posible. Se trata de conseguir una autocompasión ejemplar. Seremos la envidia de todos los que presumen de su felicidad. Todos querrán autocompadecerse como nosotros. ¡Ánimo, tú puedes llegar a ser un amargado!

Un buen nivel de autocompasión es muy importante convertirlo todo en irreversible. Pondré un ejemplo para los que tengáis menos experiencia en este campo (optimistas ha habido siempre). Cada frase que nos venga a la cabeza debe estar acompañada de un anexo todavía más negativo: No puedo escribiry no podré nunca. Me ha dejado mi novioy nadie volverá a enamorarse de mí jamás. Este punto irreversible es uno de los más importantes y a los que hay que acostumbrarse cuanto antes. Hay algunos días en que uno se levanta contento, por alguna extraña razón que, gracias a dios, desaparece al llegar a su lugar de trabajo (los desempleados tienen ventaja en este caso). Esa angustia que a menudo nos produce el terreno laboral debe cultivarse desde el primer momento del día. Hay que esforzarse en empezar a autocompadecerse nada más despertar, antes de que sea demasiado tarde y algún deslomado solidario nos ayude a tener un buen día.

Existen canciones escritas y compuestas expresamente para alimentar esta autocompasión. ¿Quién no ha escuchado alguna vez “Ne me quitte pas” de Jaques Brel en un momento de bajón? Pues muy bien, eso es. Cuando estés mal debes apoyar ese sentimiento de miseria infinita con canciones tristes. En este paso proponemos también a Leonard Cohen, Tracy Chapman, Serrat o Silvio Rodríguez. Hay que buscar canciones que hablen del pasado, al que nunca podrás volver, que hablen de amor, cuando acabas de romper con tu pareja y que hablen de una vida que uno nunca podrá alcanzar. La música es importantísima para sentir lástima de uno mismo.

Como última recomendación, propongo la técnica del “sí ya pero”. Consiste en añadir esta frase a cualquier consuelo que uno reciba por parte de familiares o amigos. Si te han despedido y te lamentas (hay que lamentarse a viva voz, es importante) siempre puede llegar alguien y decirte: no te preocupes, encontrarás otro trabajo. Y tú añades: sí, ya, pero seguro que es peor. Esto llevado al extremo te sumirá en una terrible depresión de la que difícilmente podrás salir, y así conseguir un nuevo rumbo para una autocompasión plena e infinita. Mucha suerte a todos los amargados y pesimistas que quieran seguir siéndolo el resto de su vida.

Y recuerda: ¡autocompadécete, no dejes que otros lo hagan por ti! "

... las rayas de la igualdad

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