La navidad se parece a esos cantantes modernos de hoy a los que si le quitas el atrezzo, y las chorradas que tienen que hacer los pobres para llamar la atención, no valdrían un pimiento. A la navidad le pasa igual, si no estuviera inundada de arbolitos, belenes, anuncios de vuelta a casa y millones de lucecitas de colores a cual más hortera, por más 24 de diciembre que fuera, de espíritu navideño na de na.
Hay otras fiestas a las que no les hace falta tanta parafernalia. Por ejemplo sanjuán. En sanjuan no necesitas decoración, comienza el verano, hace calor y todos empiezan a ir más ligeritos de ropa y a marcar músculos con camisetas trestallas menos… ¿qué más motivo para celebrar? Es verdad que les da por hacer hogueras, pero por capricho vamos, porque es verano y no las necesitas, que no hace frío ni na.
Por cierto, ya que estamos con la navidad, deberían de cambiarle el nombre a la misadelgallo para que no hubiera malentendidos, que uno ve misadelgallo y se piensa que ese día, en vez de hostias consagradas te van a dar un caldito caliente, por aquello del frío y la hora extraña a la que convocan. Pues no. Confunden al personal y eso no se hace.
... historias extra-ordinarias.
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