Capítulo tresmilésimo octingentésimo trigésimo tercero: "A los 15 años no veía la hora de tener 40. Ahora, no veo la hora".
Se pone uno a reflexionar sobre cosas importantes y es un no parar. Aunque tampoco hay que fiarse mucho de los pensamientos de alguien cuya habilidad para recordar la letra de canciones de los 80 supera con creces a su habilidad para recordar a qué ha ido a la cocina.
La edad es mumala (mala malísima), pero es lo que hay.
... líos de familia.
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