No entiendo muy bien a esa gente de los anuncios que se despierta anfetamínica perdida y desayuna cereales mientras baila. Yo para levantar una mísera taza de café, tengo que concentrarme diez minutos. Y aun así, me cuesta, y los lunes más. ¿Pero qué se meten?
Y ya que estamos con estos temas, un pequeño mensaje al Disney ese: cantando y rodeado de animalitos tampoco se limpia la casa, y menos te sientes feliz por hacerlo.
Y sí, posiblemente la culpa de hacerlo siempre de mala leche sea mía, lo sé, pero como es mía se la echo a quien me da la gana.
... calendarios revolucionarios.
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