Se está poniendo de moda el oversharing. Es lo que hacen quienes sienten la imperiosa necesidad de compartir absolutamente todo, incluso detalles íntimos que no le interesan a nadie, a través de las redes sociales. Y lo hacen, normalmente, informando al mundo de lo dichosos que son.
Tampoco es tan extraño. Desde que uno tiene uso de razón está viendo en la tele gente compartiendo lo impresionántemente bien que se sienten con su champú anticaspa (rozando el orgasmo oiga usted) sus compresas con alas o comiendo espárragos que trae un señor que sale de la nevera.
Algún día me gustaría ser tan feliz como la gente que sale en los anuncios de productos antical (!y sin lejía!) tras limpiar sus baños.
Y eso que vienen del futuro un sitio en el que tal y como van las cosas no parece que sea el mejor para irse a vivir.
Y por cierto, aunque muchos no se den cuenta, se puede comer comida orgánica, libre de gluten, y hasta sin lactosa sin tener que contárselo a todo el mundo.
... cebras.
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