3679. Miércoles, 19 febrero, 2020

Capítulo tres milésimo sexcentésimo septuagésimo noveno: “¡Ah, sí nos fuera dado el poder de vernos como nos ven los demás! De cuantos disparates y necedades nos veríamos libres”. (Robert Burns, 1759 – 1796; poeta británico)

Era común entre las mujeres de la época isabelina, beber orina de perro cada mañana para mejorar el cutis. Además, y antes de irse a la cama cada día, comían barro para provocarse la enfermiza palidez tan de moda en la época.

Seguro que les daba un excelente resultado... y seguro que la materia prima les saldría barata, y, aunque es verdad que para estar guapo hay que sufrir, no sé yo si el esfuerzo les compensaba.

Claro que todo es acostumbrarse. Lo que no sé es de qué se quejan ahora.

Lo que sí es un hecho es que ahora los días mucho más deprisa que cuando éramos más jóvenes !Mala es la vejez pordios!


... esquirol.

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