En los de mujeres pasa menos (o eso me han contado), pero en los retretes de hombres hay una ley no escrita que se cumple a rajatabla: siempre que estás con la puerta cerrada concentrado tranquilamente en tus cosas, alguien va a intentar entrar. Da igual cuantos estén vacíos al lado, el elegido siempre va a ser el tuyo. Es más, ya puedes decir a gritopelao "que está ocupado" que quien sea seguirá aporreando la puerta y bajando el manillar para intentar entrar durante un buen rato.
En semejante situación es mucho más efectivo decirle "adelante, pasa, pasa".
No vuelves a oírle respirar.

... alfombrilla.
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