Da igual la marca que compres, da igual la tienda donde lo compres, da igual si es blanco, moreno o mediopensionista, siempre, siempre, siempre, el paquete de azúcar que cojas siempre va a tener una esquina rota.
Y más da igual que pases media hora escarbando en el montón buscando uno que no la tenga, si lo haces, y por alguna jugada maestra de la fortuna lo encuentras, llegarás a la caja y después del correspondiente pitido, a la cajera, con cara de asombro por lo extraño de la situación, se le romperá la esquina.
Ante todo que no se escoñe el equilibrio natural del universo.
... formato huevo.
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
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