3628. Jueves, 21 noviembre, 2019

Capítulo Tres milésimo sexcentésimo vigésimo octavo: “No importa la edad que tengas, si un niño te dispara con una pistola de juguete, tienes que fingir que te mueres”.

La vida es un juego de parchís en el que la sociedad es el tablero y nosotros las fichas. Y todos sabemos que, aunque parezca inocente, el parchís es un juego lleno de peligros, un juego en el que unos se comen a los otros y los otros se devoran a los unos. Como la vida misma. Al fin y al cabo de antropófagos todos tenemos un poco y, aunque suene cruel, la evolución de la especie lo agradece.

Sólo un consejo, no hay que comerse a los enemigos sin conocer su estado de salud. Nada más peligroso que engullir al prójimo a tontas y a locas. Se han dado casos de infecciones que podían haber sido evitadas de haber sido menos impacientes. Antes de comerse a nadie hay que comprobar que está sano. Es fácil: basta con mirar si el fondo de ojo tiene su color natural y la pupila el diámetro correcto (cualquier sustancia ajena que dilate una pupila puede sentar mal). Comprobado esto, al lío.

¡Hay tanto imbécil que lo está pidiendo a gritos!


... cambios.

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: