Descubres una pared con el cartelito de recién pintada. Te entran unas ganas irresistibles de tocar para ver si está seca. El cerebro entra en acción y dice: ¡no, aún no, espera!, pero uno no puede menos que contestar: !tocar, tocar, tocar! El cerebro sigue: te vas a…, y sin dejarlo acabar sueltas un: !coño ya me he manchado!
El cerebro se queda pensando que ojalá pudiera mudarse a otro cuerpo.
... bata blanca.
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