3430. Miércoles, 19 diciembre, 2018

Capítulo Tresmilésimo cuadringentésimo trigésimo: “Puede usted insultar a mi madre, tomar carrera y patear a mi perro, burlarse de mí si pierdo en el bingo, mojarme la oreja con el dedo, insinuar que mi novio tiene rollitos; pero nunca, nunca, nunca, me pinche la yema de mi huevo frito".

Que ahora que llega papanoel contar renos no sea más que un cálculo renal; que por mucho que se empeñen las cosas no caen por la gravedad sino por su propio peso; que sería mucho más lógico que todos los analgésicos se administraran por vía anal, o que las diferencias entre noruegay/osuecia no sean más que marketing puro y duro (¿alguien distingue una de otra?) son, entre otras muchas, algunas de esas verdades que todo el mundo sabe pero que nadie se atreve a decir por miedo al qué dirán.

Hablar de estas cosas en un mundo en el que la corrección política lo invade todo es arriesgado, lo sé. Pero alguien tiene que atreverse a decirlo aunque sea y asumir las consecuencias de hacerlo.

Al fin y al cabo ¿qué se puede esperar de un día que comienza con tener que levantarse?

Por deterioro evidente de la salud mental necesito unas vacaciones ya.


... aguinaldo.

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