3387. Jueves, 11 octubre, 2018

Capítulo Tresmilésimo tricentésimo octogésimo séptimo: “De la madre la gran ciencia es tener mucha paciencia”. (Refrán castellano).

Si tus amigos se tiran de un puente, ¿tú también te tiras? Es lo que hay de comer que esto no es un restaurante. Pásame la esa que está encima del ese. Eso se lo preguntas a tu padre. A ver si te voy a dar motivos para que llores de verdad. ¡Ya, es, ya! Hoy quieres dormir calentito. Se está rifando el gordo y llevas todas las papeletas. ¡Cierra la boca y come! Cuando vivas en la tuya harás lo que te dé la gana pero mientras vivas en esta casa se hará lo que yo diga. No te rasques, que si te pica es porque se está curando. ¿Pero tú te has creído que esto es el bancoespaña? Ah no, no me he pasado toda la mañana haciendo lentejas para que ahora digas que no tienes hambre. Deja de comer porquerías que luego no comes. Vete volando y tráeme las vueltas. Abrígate, bien que hace frío. Córtate el pelo que vas hecho un adán. Bébete el zumo antes de que se le vayan las vitaminas. No te tragues el chicle, que se te va a pegar el estómago. Si sales, mira que la puerta está bien cerrada. Sí, lo negro del plátano se come y es lo mejor. Esto ya pasa de castaño oscuro. Hasta que no lo rompas no te vas a quedar tranquilo. Por si acaso, hijo, por si acaso. ¿Que te han castigado en el colegio? Algo habrás hecho. Que sea la última vez que… ¡Te lo dije! Eres igual de cabezón que tu padre. Un día me vas a matar del disgusto. Ya vendrás cuando necesites algo. Esto me va a doler más a mí que a ti. Como no dejes de llorar te voy a dar yo motivos de verdad. Ponte recto, que te va a salir chepa a tu edad. Como te caigas, cobras. ¿Vas a ir así vestido? Media docena te voy a comprar. No hagas eso, que te, que te, que te, que te....Ahí te quedas que me tienes harta. Cuento hasta tres. ¡Con lo que me sacrifico por vosotros Tengo que estar todo el día detrás vuestro para que recojáis la ropa. ¿Para qué me preguntas si vas a hacer lo contrario? ¿Qué pasa que aquí nadie hace nada? ¡Qué leches ni qué niño muerto! ¡Ni peros ni peras! Pero si te lo digo por tu bien. Pregúntale a tu padre. Un día cojo la puerta y no me volvéis a ver el pelo. Verás cómo me saque la zapatilla. Ni moto, ni mota. Pues dos problemas tienes, enfadarte y desenfadarte. Yo a tu edad ya llevaba diez años ayudando a mi madre, Come y calla. Entre tu hermano y tú, me vais a matar de un disgusto. Bébete el líquido del yogurt que es donde esta está lo bueno. Cámbiate de muda por si te pasa algo y tienes que ir al hospital. Es la primera vez que me siento en todo el día. ¡Vais a acabar enterrándome! Ya verás cómo se entere tu padre. ¿Pero tú te crees que el dinero crece en los árboles? ¿A qué voy yo y lo encuentro? ¿Te piensas que soy tu criada? No me, no me… que te, que te.

Todas ellas (y muchas, muchas, pero muchas, muchas más) sintetizadas en una sola frase que las resume todas: Porque lo digo yo y punto, que por para eso soy tu madre.


... más historias extra-ordinarias cada día.

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: