09082018. De vacaciones, que siempre son mejores de lo que podrían ser.

Franklin D. Roosevelt preparó un Martini seco a Stalin tras la Conferencia de Teherán de 1943. El líder soviético lo bebió de un trago y comentó que solo servía “para enfriar el estómago”. Años después le desmintió su sucesor, Nikita Jruschov (1894-1971), quien, tras beber uno, exclamó: “¡Es la más letal de las armas estadounidenses.

Y además...

Usando extracto de vainilla para limpiar el horno se consigue que cuando se cocine en él huela muy bien toda la casa.

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