Te vas dando cuenta por pequeños detalles, como cuando al estornudar asustas a todo el que te rodea, o cuando en la ducha en vez de pensar en sexo se te pasa por la cabeza si los celiacos pueden usar gel de germen de trigo. Resulta que has “madurado”. Y según pasan los años, parece que todo lo que una vez disfrutamos pasa a ser nocivo, dañino o mortal. Es una triste realidad que cada uno afronta como puede, pero no deja de ser triste. E injusto.
¿Qué clase de mundo es este en que a partir de cierta edad todo lo placentero es malo? Un asco.
Los lunes no son el mejor día para el optimismo. Aunque por buscarles algo positivo: si a alguien le dicen que le queda un día de vida, que sea un lunes: son tan largos que al final mueren de viejos. Fijo.
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