En ciertas ocasiones, (sobre todo a partir de ciertas edades) la oscuridad es la mejor aliada para evitar conversaciones embarazosas del tipo "vaya, en el bar no me había dado cuenta de que eras tan rematadamente feo" o "¿por qué te estás metiendo eso ahí?
Por eso, si estás empezando la faena y el ligueocasional demanda que se haga la luz, comentarle lo complicado que es vivir con alergia a las bombillas o improvisar algo sobre sobre el recibo de iberdrola, no es mala solución. Siempre conviene estar preparado.
... historias extra-ordinarias.
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