Capítulo Dosmilésimo noningentésimo cuadragésimo tercero: “La memoria es como una red, llena de peces al sacarla del arroyo, pero por ella pasaron cientos de kilómetros de agua sin dejar rastro”. (Oliver Wendell Holmes,1809 - 1894; médico de profesión).
Viernes, tarde. Nunca he entendido mejor la expresión junglaurbana que intentando cruzar a pie ese ancho río alfombrado de niños -peor que un Amazonas infestado de caimanes- que es la hora de salida de un colegio. Allí los personajes no parecen muy familiarizados con el concepto civilización. Los gritos suenan sin cesar cual graznidos de pájaros tropicales y las madres -que darían positivo en el más básico control antidopping- pasan rozándote con un zumbido de mosquito tigre una y otra vez.
Se siente uno dentro de una película de zombies, caminando sin remedio sobre arenas (o mejor dicho aceras) movedizas, intentando esquivar unos diminutos cuerpos que apenas ves y luchando contra elementos de los que es imposible escapar. Una experiencia sobrecogedora de la que todavía no me he repuesto y que me va a dejar secuelas de por vida.
... vitaminas.
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