Intento desayunar. Saco el cartón de la nevera, me llama la atención lo curioso del mecanismo del abrefácil y, por aquello de hacer algo distinto a lo habitual a esas horas (o a cualquier otra), pienso.
¿Cómo puede hacerse rico un tío que lo único que hizo fue levantar la esquina de un cartón de zumo y pintarle unas rayitas? ¡Los hay con suerte!
...cacao.
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