Y nadie niega que entre tales sociedades también las hubiera de buena fe. Pero como recoger el dinero (ajeno) es tan goloso, y aviesamente practicado desde mucho antes (incluso) de que naciera la duquesadealba, hubo muchas sociedades que inventaron un lema que cumplían a rajatabla "deme usted su dinero y lo tendrá ahorrado siempre, porque ya no volverá a verlo nunca".
O, traducido a un lenguaje de esos del marketing para captar clientes, “sea original llevando la contraria a los demás: disfrute ahora de una de esas pocas veces en que meter algo es extremadamente fácil y sacarlo, no tanto.”
Tan asqueroso (casi) como encontrar un preservativo usado en un tarro de mayonesa (sobre todo si está en el fondo y ya has dado buena cuenta de ella), pero, por desgracia, tan real como la vida misma.
... palomitas de maíz
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