El descubrimiento del supositorio a la más remota antigüedad (todos los grandes hombres se han metido cosas por el culo), sin embargo, no fue hasta hace unos pocos años, a la reducción en su tamaño original (45 centímetros de largo por 15 de ancho) -un tamaño que, extrañamente, algunos consideraban excesivo en relación con el continente que los iba a alojar-, por el que habitualmente conocemos, que el supositorio por fin ha logrado el éxito y la aceptación de nuestros días.
Naturalmente todo es mejorable y en ello están. Por eso hoy, “Tantos hombres y tan poco tiempo”, siempre al tanto de las innovaciones científicas más avanzadas, presenta, en rigurosa exclusiva, lo que será, -ya está siendo aunque aún se encuentre en fase experimental, la lógica evolución del producto, el supositorio del mañana: el supositorio de rosca.
A disfrutarlo.
... dormilón
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario