Las personas que saben adular a su entrevistador durante el proceso de selección de empleo tienen un 20% más de probabilidades de obtener el puesto. El porcentaje se eleva al 64% para los empleados que polemizan poco con el jefe, le halagan más, o le hacen favores personales. Además, los jefes, (casi) todos los jefes, tienden a despedir a la gente que no les cae bien o que no conocen... independientemente de su logros profesionales.
En épocas de crisis (y me parece que en cualquier otra) ser un pelota, un lameculos o (como se llaman de forma mucho más delicada en los EE.UU.) un brown nose (nariz marrón), resulta rentable, muy rentable.
Empiezo a entender el porqué hay tantos.
...gato encerrado
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
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