Poniendo en cuarentena –más bien en milentena- la noticia (el investigador es ¡psicólogo!), su afirmación podría explicar por qué la mayoría de la gente tenga tendencia a consumir demasiada sal. La razón es inconsciente: al tomarla se activan las zonas cerebrales que nos proporcionan placer, e indirectamente nos produce una sensación de buen estado de ánimo. Vamos, que la sal actúa como antidepresivo natural.
No, si por algo al sueldo lo llaman salario… ése sí que es un euforizante natural que te deja como nuevo cada vez que lo recibes. Por lo tanto, pasemos de medicamentos y de historias raras: más salario y menos prozac, que además es malo-muy malo- para las cuestiones coitales (el prozac digo).
Y con ciertas cosas no conviene jugar. Nunca.
... huesos
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario