Aunque no todo el mundo está de acuerdo (ni falta que hace), podemos afirmar que el embrión de lo que hoy consideramos Europa comenzó con lo que en historia se conoce como “los siglos bárbaros”, los primeros después de la caída Imperio Romano, así llamados porque estaban regidos por bárbaros, y no porque se hicieran más barbaridades que en otros siglos, por ejemplo en el nuestro; aunque he de reconocer que se ha cambiado el estilo: el de ahora es peor. Al menos entonces llamaban a las cosas por su nombre, un asesinato era un asesinato, no como ahora, que rápidamente lo califican como un intento de socavar los cimientos del estado o como un acto de patriotismo, según.
Aquellos bárbaros se diferenciaban de los actuales en que no sabían leer ni escribir, no publicaban libros ni periódicos explicando quiénes eran los malos y quienes los buenos, no como ahora que todo se explica y el ciudadano que sabe muy bien a qué atenerse (sobre todo si lee siempre el mismo periódico). Las noticias de
Aún siguieron, durante algún tiempo, invadiéndose los unos a los otros, por aquella estúpida manía de no quedarse quietos en un sitio, desalojando o aniquilando o sometiendo a los que habían llegado antes. Los francos desalojaron a los visigodos, los visigodos desplazaron a los vándalos, los vándalos saquearon África del Norte y hasta Roma antes de ser aniquilados por los bizantinos, los ostrogodos sometieron a los hérulos, los lombardos... para qué voy a contar lo que hicieron los lombardos. Todos los pueblos se esforzaban en hacerse un sitio a costa de alguien en aquella Europa que empezaba.
No nos debería de extrañar que habiendo empezado como empezó siga como siga.
... pirámides
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