Y da igual que te pases media hora buscando uno que no la tenga, si lo haces, y por alguna jugada maestra de la fortuna lo encuentras, llegarás a la caja y después del correspondiente pitido la cajera, con cara de asombro por lo extraño de la situación, le romperá la esquina.
Ante todo que no se escoñe el equilibrio natural del universo.
... eunucos
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