El mero espectáculo de una mesa atestada de correspondencia no contestada, informes o escritos atrasados es suficiente para provocar la confusión, la tensión y las preocupaciones. Sólo el recuerdo o constante de “un millón de cosas que hay que hacer y de lafalta de tiempo para hacerlas” puede provocar, además de agotamiento, estrés y fatiga, problemas de salud a más largo plazo.
Yo no sólo voy a hacer caso a los expertos sino que estoy dispuesto a dar un paso más: despejar la mesa de todo, incluido el problema inmediato que uno debería de tener entre manos. Hay que hacer caso a los que saben. Cuando la salud está en juego cualquier precaución es poca.
Además, muerto el perro se acabó la rabia.
...cocina medieval
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