Resulta que ahora vivimos más años, la tecnología nos ayuda, hasta tenemos más días de vacaciones; nunca antes habíamos podido disfrutar de tanta dosis de vida. Sin embargo, parece que nuestros deseos crecen con mayor rapidez que el tiempo que tenemos para satisfacerlos y cada vez nos ahogamos más en la sensación de su falta.
O alguien se pone a hacer lo que “El vendedor del tiempo”, cuyo protagonista vendía minutos envasados, o, sin esperar mucho más, que se reúnan los jefes que se tengan que reunir y establezcan algún tipo de decreto para que cada día dure más horas. Con las 24 de ahora no nos llega.
... nudo gordiano
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
No hay comentarios:
Publicar un comentario