Abdul cada vez que viajaba, y lo hacía bastante a menudo, iba acompañado de su enorme biblioteca formada por unos 117.000 volúmenes.
Tal cantidad de manuscritos era transportada por 400 camellos, adiestrados para marchar en una ordenada y perfecta fila india, de forma que las obras fueran siempre bien ordenadas en sus consecutivos lomos por el orden alfabético de sus títulos.
De este modo, los camelleros bibliotecarios podían poner inmediatamente en manos de su señor cualquier manuscrito que éste solicitase.
Y luego los del ayuntamiento intenta vendernos lo del "bibliobús" como una idea progre y moderna. ¡Anda y que lo llevan claro!
... liando los bártulos
Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"
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