2165. Lunes, 4 febrero, 2013

Capítulo Dosmilésimo centésimo sexagésimo quinto: “Dile a un hombre que hay 400 billones de estrellas y te creerá... dile que la pared tiene pintura fresca y la tocará). (Proverbio ruso).

Y lo malo es que me soy de los que se acuerdan de la margarina Natacha, las pipas Arias, las napolitanas Cuetara, las rosquillas Girasol Rio, los chicles bang-bang, la botella de anis Bendor (¡aquella campanita al cuello!) la Mirinda, la leche Collantes (que hace a los niños gigantes) las pipas Churruca, el Cynar, el Pita-Gol, el flan Potax, el Calisay (¡ay ay ay que me sabe a Calisay), los Bucaneros, los Bonnys y los Tigretones, los Tronkitos, la gaseosa Konga, los helados Camy, el flan chino Mandarín, la doscientosventidos (la galleta que se pide por su número), el chicle Tico-Tico, el vino Savin la quina Santa Catalina, el anís Castellana (el anís de España), las pipas Facundo (siento dejar este mundo sin probar pipas Facundo) el ponche Caballero (Pon pon pon.......che Caballero", el Málaga Virgen (ten mi copa, llénala, vamos todos a brindar, Málaga virgen en tu copa el sabor de la amistad....)

Y así hasta el infinito... Definitivamente, los de la generación del Anfimón nos estamos haciendo mayores. Muy mayores.


... tangas.

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

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