1810. Miércoles, 27 abril, 2011

Capítulo Milésimo octingentésimo décimo: “A veces, qué gente tan estúpida hay que aguantar, cuando nos miramos al espejo” (Hipólito M. 35 años, sus labores)

Hurgarse la nariz (meterse el dedo en la) es un arte y así lo han entendido los organizadores del I Camponato de España de Hurgadores de Nariz, que ha venido celebrándose durante los últimos días en bajo el patrocinio de diferentes y muy acreditadas firmas.

El primer premio de habilidad lo conquistó con todo merecimeinto don José Sánchez Sánchez -sus padres eran primos hermanos- funcionario público que debe su pericia al riguroso entrenamiento a que se somete durante ocho horas diarias. El de velocidad lo obtuvo don Juan Rodríguez Rodriguez (no, en este caso sus padres no eran familia), taxista nacido en Toledo pero residente en Madrid, quien logró confeccionar cinco pelotillas en un minuto. Según propias declaraciones aprovecha los discos rojos de los semáforos para ejercitarse, habíendo conseguido extraer de sus narices hasta diez pelotillas en uno de los discos de la calle Arturo Soria, si bien este record no ha sido homologado.

El alto nivel alcanzado por los concursantes ha obligado a conceder numerosos accésits entre cuyos beneficiarios figuran jubilados y estuidiantes de muy diversos grados educativos. El jurado, además, descalificó a una señorita que sufría un fuerte constipado y a un señor que, después de las coportunas comprobaciones métricas, resultó tener una nariz superior al máximo permitido.





...la más alta

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: