980. Lunes, 28 mayo, 2007

Capítulo Noningentésimo octogésimo: "Donde todos piensan igual, ninguno piensa mucho" (Walter Lippmann, 1889-1974, escritor y periodista estadounidense)

Hoy en tantos hombres y tan poco tiempo una gran oferta promocional: los más profundos secretos de la interpretación de los sueños al descubierto. Y gratis.
Sin embargo y antes de comenzar una puntualización: no se aceptan responsabilidades. El margen de aciertos está comprobado que llega al 99,98%, pero esas décimas pueden ser las tuyas. Lo se pas.

Van los tres primeros.

Sueñas que trabajas como servicio en una casa. Tu padre fue millonario pero le estafaron, y ahora no tienes más remedio que trabajar de sol a sol para mantener a tus padres y a tus cinco hermanos. La señora de la casa te odia, pero su apuesto hijo se enamora de ti rompiendo las barreras sociales. Sin embargo, él tiene una novia: la hija del mejor amigo de su padre, (por cierto igualita que madonna -la novia, no el padre aunque podría), y el matrimonio ya está arreglado. A ti no te importa, y decides darle rienda suelta a la pasión. Del fruto de sus encuentros amorosos quedas embarazada. Justo en el momento de decidir qué pasará con la criatura, te despiertas. El sueño tiene una interpretación de lo más evidente: estás viendo demasiadas telenovelas. Apaga esa televisión y ponte a leer un buen libro.

Segundo: sueñas que vas por la calle caminando tranquilo y de repente aparece un tipo que te saluda, pero te das cuenta que no es a ti; luego te quedas encerrado en un ascensor con una pareja, y los dos empiezan a desnudarse; después tratas de pedir algo en la panadería y te dan un kilo de caracoles crudos; más tarde te piden hacer una entrevista por la calle, pero cada vez que tratas de responder una persona te mete el dedo en la oreja. Por si esto fuera poco, un tipo se ofrece para comprarte el coche, pero mientras lo está viendo le cae una piedra encima y lo destroza. La interpretación está clara: debes dejar de ver todas las variedades de programas de cámara oculta que hay en la televisión.

Y el último. Sueñas que pides una pizza, y a los cinco minutos aparecen dos despampanantes chulazos con carne por todos lados y más músculos que el chochenaguer antes de transformarse en una uva pasa. Resultan ser los repartidores de pizza, están todos sudados porque se les averió la moto y piden un vaso de agua. El agua fría se les hace irresistible, por lo qué que se echan el vaso encima y el líquido hace que sus ropas se transparenten. Se vuelven locos y comienzan a arrancarse la ropa mutuamente. A los cinco minutos, y sin que te des cuenta, los tienes desnudos peleándose por tu cuerpo. Semejante sueño no tiene más que una interpretación: las revistas y las películas pornográficas te están alejando de la realidad, así que pon los pies en la tierra y sal a buscarte alguien normal, como todos los mortales.

Y una nota al margen: atención con el tercer sueño. Es importante separar el "sueño" como tal de esa sensación a la que a veces va unido, y en la que uno, entre dormido y despierto bajo las sábanas, se siente calentito y húmedo, como si estuviera en una sauna. Más que una "interpretación", lo que va uno a necesitar al levantarse va a ser un cambio de sábanas. La polución nocturna es lo que tiene.


... lichis de lujo

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