3116. Viernes, 23 junio, 2017

Capítulo Tresmilésimo centésimo decimosexto: “No hay placer en no tener nada que hacer, la diversión está en tener mucho que hacer y no hacerlo” (Mary Wilson, 1944; cantante estadounidense).

Aunque montar guerras parece ser una condición humana inevitable, buscar formas de evitarlas también ha sido una prioridad para muchos. Aunque sea con pequeños granitos de arena.

En Lisístrata (algo así como la que disuelve los ejércitos) una obra de teatro de Aristófanes, las mujeres discuten usar y compartir consoladores para alargar el encuentro sexual con sus maridos. Y no por placer, sino para retenerlos el máximo tiempo posible y así evitar que pasaran la mayoría del tiempo en la guerra.

Y en la misma línea, osea-sé, para mantener la paz, en este caso interna, los hombres que inevitablemente debían ir a la batalla daban a sus mujeres unos falos realistas !con sus testículos y todo! llamados olisbos. Se trataba de evitar la creencia de que la falta de sexo podría volverlas locas y desatar la histeria en el pueblo.

Por la paz, lo que sea.


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