3115. Jueves, 22 junio, 2017

Capítulo Tresmilésimo centésimo decimoquinto: “El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo”. (Gregorio Marañón, 1887 – 1960; médico español).

Sea de quien sea la culpa, aquellos de nosotros a los que nos gusta pagar el recibo del agua y comer tres veces al día, debemos pasar al menos unos cuantos de ellos a la semana haciendo como que trabajamos. Y cuando uno lleva en el mismo trabajo más tiempo que la moqueta de administración el aburrimiento es inevitable, haciendo de una pausa cada cierto tiempo para despejarse algo imprescindible.

¿Cómo saber cuándo debemos tomarnos ese descanso que tanto recomiendan los expertos? Fácil.

Coger unos folios y garabatear unas cuantas cosas que pasen habitualmente en el lugar de trabajo: el jefe insulta a alguien por teléfono, la que nunca está en su sitio pasa por delante, el de administración tose, la fotocopiadora se atasca... Se trata de ir tachando y cuando hayan ocurrido tres de ellas (o menos, eso uno mismo), toca un descanso. Y nada de hacer trampas, las cosas del trabajo son sagradas, que para eso pagan.


... barba presidencial.

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