3033. Lunes, 13 febrero 2017

Capítulo Tresmilésimo trigésimo tercero: “No tengo tiempo para tener prisa.” (John Wesley, 1703 – 1791; teólogo británico).

Era común entre las mujeres de la época isabelina, beber orina de perro cada mañana para mejorar el cutis. Además, y antes de irse a la cama cada día, comían barro para provocarse la enfermiza palidez tan de moda en la época.

Seguro que les daba un excelente resultado... y seguro que la materia prima les saldría barata (más incluso que la -que dicen- mejor) pero no sé yo si el esfuerzo les compensaba. Claro que todo es acostumbrarse. Lo que no sé es de qué se quejan ahora.

Lo que sí es un hecho es que ahora los días mucho más deprisa que cuando éramos más jóvenes !Mala es la vejez pordios!


... lunes no laborables.

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