2857. Martes, 12 abril, 2016

Capítulo Dosmilésimo octingentésimo quincuagésimo séptimo: “Cuando somos niños rara vez pensamos en el futuro. Esta inocencia nos deja libres para disfrutar de nosotros mismos como pocos adultos pueden”. (Patrick Rothfuss, 1973, escritor estadounidense).

Pocos dudan ya de las ventajas de la siesta (también conocida como spanish yoga). Por eso hoy, en peluchepráctico, consejos para hacer una buena -e imprescindible- siesta:

Que sea todos los días y a la misma hora. Lo mejor es entre las dos y las tres de la tarde, justo la hora en la que caen los niveles de energía ya que el cuerpo experimenta un aumento de melatonina, una hormona que favorece el sueño. Buscar un rincón tranquilo, algo oscuro y con poco ruido.

La posición del cuerpo es algo crucial: ponerse de modo que la cabeza y los brazos tengan un buen apoyo, si no se dan cabezadas, algo que interrumpe el sueño a cada instante. Y el truco: ponerse una toalla fría debajo de la barbilla, mantendrá la cabeza fresca optimizando la aparición de sueño.

Y lo más importante: nada de trabajo intenso ni de cafeína después de las once de la mañana; evitar al jefe y empujarse unas cañas resultan unas buenas alternativas a partir de esa hora.

Que no nos confundan, digan lo que digan ya que nos obligan a trabajar que sea siempre antes de las once. Los hábitos saludables de vida están para cumplirlos. Y como siempre, la salud es lo primero.


... San Marino.

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