El niño, con sus seis años -caminodesiete que siempre dicen sus orgullosas abuelas- te mira fijamente y te hace la pregunta: oyessss tío, ¿cómo se hacen los niños? De pronto, el tiempo se ralentiza, repasas todas las nociones de biología, construyes mentalmente las imágenes del proceso, y por tu cabeza pasan millones de chorradas en forma de posibles escusas para salir del paso. Mientras, el niño sigue ahí, inmóvil, inmutable. Y cuando por fin ya tienes toda la estrategia planteada, miras al mocoso, coges aire y le dices: hummm, ¡y yo que sé!, pregúntale a tus padres no ves que estoy muy liado.
Nos ahorraría muchos dolores de cabeza si los niños se parecieran más al windows, que le metes una actualización y listo. Total sus comportamientos son tan imprevisibles como los del sistema operativo, así que..
... calendario musulmán.
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