2611. Lunes, 2 marzo, 2015

Capítulo Dosmilésimo sexcentésimo undécimo: “Todo acto forzoso se vuelve desagradable". (Aristóteles, 384 a. C.-322 a. C.; polímata griego).

La primavera es sinónimo de calorcito (por lo menos aquí, que en el círculo polar ártico seguro que es sinónimo de otra cosa), de sol, (que te lanzas a los primeros rayos como si no hubiera un mañana y acabas de un color rojopasión que es difícil de combinar después) y, sobre todo, es sinónimo de bichos.

Y algunos de estos bichos tienen alas por lo que pueden volar, pero sobre todo pueden dar por saco. Porque los insectos que vuelan son unos cabrones que no se conforman con volar y ya está, no, tienen que hacerlo muy cerca de tu oreja, siempre muy cerca de tu oreja que parece que te están chinchando diciéndote.. shhhhiii, mira, yo se volar, shiiiiii y tú no, shiiiiii, molesto, ¿si? ¿a que molesto?

Y sí, son molestos, (ahí tenemos, por ejemplo, las moscascojoneras tocándonos lo que su propio nombre indica), pero hay que reconocer que algunos se ensañan con los pobre animalitos, que ven un bicho, agarran el matamoscas y fishhhhh hasta que cae redondo, pero que no bastándole con eso, una vez que el bicho está en el suelo con sus espasmos... fishhh, un poco más, por si acaso. Pero el bicho es resistente y ves que mueve una pata… no pasa anda, un fishhh un poco más y listo, que acaba el pobre animal totalmente blanco, como si le hubiera nevado encima, que no es que se muera por el veneno, es que se muere ahogado por el líquido que sale del spray.

Es verdad que ellos empiezan primero y que, ante tan traicionero ataque, cada uno debe expresar su instinto asesino como pueda, pero... ¿dónde están los del maltratoanimal en estos casos?


... de blanco

Todos los "capítulos" de "tantos hombres y tan poco tiempo"

No hay comentarios: