2420. Miércoles, 2 abril, 2014

Capítulo Dosmilésimo cuadringentésimo vigésimo: "¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y porque su príncipe tenga una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?” (Blaise Pascal, 1623 – 1662; científico francés)

Los gusanos marinos de la especie Pseudoceros bifurcus, animales hermafroditas ellos, desarrollan una curiosa técnica para decidir quién será macho y quien hembra. Usan sus penes a modo de espadas para celebrar un duelo. En estos combates, que pueden durar hasta una hora, los gusanos tratan de "picar" a su contrincante –compañero- para inseminarlo. El que pierde, absorbe el esperma por su piel y se queda con la responsabilidad de actuar como hembra y cuidar de la siguiente generación. Por su parte, el ganador queda libre para desenvainar otra vez.

En la guerra y en el amor, todo vale.


... bebiendo lágrimas

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