2159. Viernes, 25 enero, 2013

Capítulo Dosmilésimo centésimo quincuagésimo noveno: " No puede herirnos la injuria sino cuando la recordamos; por ello, la mayor venganza es el olvido". (Harold Hart Crane, 1899 – 1932; poeta estadounidense)

Se ha puesto de moda en los Estados Unidos y eso significa que dentro de nada llegará aquí. Es el rekindling, palabra inglesa que significa algo así como buscar a esos antiguos amores de los que uno no volvió a saber nada en años y convertir esos reencuentros en unos cortos, pero muy intensos, intercambio de fluidos. La idea no deja de tener su gracia, aunque para los que durante la época de solteros fuimos unos pendones desorejados, la cosa puede acabar en overbooking a poco que aparezcan una mínima parte de bíblicos conocidos.

Pero para todo hay solución. A ver, con un rekindling mal planeado y poniéndonos en el peor de los casos uno puede acabar citándose con tres ex-amantes a la misma hora -y en el mismo sitio- llevando sólo los habituales dos preservativos de guardia. Pongamos un término medio: que de los cuatro, dos sean pasivos y dos activos (algo que nos sirve igual si habláramos de dos mujeres y dos hombres y así todos contentos) ¿Cómo hacer entonces para que cada uno guarree al menos una vez con cada uno ¡siempre de forma segura! teniendo en cuenta que sólo hay dos preservativos y no es muy conveniente que el mismo toque algunos sitios después de haber tocado otros distintos antes?

Pues por difícil que parezca, se puede.

El primer ex-amante -activo- se pone los dos condones, uno sobre el otro. Después de copular con uno de los pasivos, acaba, se quita el condón externo y, con el condón interno, empieza a guarrear lúbricamente con el segundo pasivo. Por ahora y para empezar, ya tenemos tres satisfechos.

El segundo ex-amante activo se pone el condón externo que se quitó su compañero y copula con el primer pasivo. Mientras, el primer activo acaba de guarrear con el segundo pasivo, se quita el condón interno y se lo pasa al segundo activo que puede guarrear con toda tranquilidad con el segundo pasivo.

Y todos tan satisfechos sin ningún riesgo.

De todas formas como dicho así, sé que es difícil de entender (aunque in situ la cosa no es tan complicada, -eso me han contado- ), pero yo animo a ponerlo en práctica este fin de semana. Por un mero interés educativo, naturalmente. Al fin y al cabo todas las cosas tienden a mejorar sus resultados con la práctica. Menos, claro, el suicidio.


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